miércoles, 11 de junio de 2008

El desierto

La realidad son cajas. Son en realidad distintas valijas que se abren y se cierran indistintamente a lo largo del tiempo. Son valijas que dejan caer arena por entre sus cierres mal cocidos, por sus vertices de tela vieja y a rombos escoceces (rojos, negros y verdes). Son nada mas que eso: valijas. Se abren cada tanto, y al abrirse puede verse el interior: El mundo, como una pequeña maqueta. Sus barcos, sus rios, las montañas (si es que las hay), las personas, las rutas, las calles, los semaforos...rojo, amarillo, verde (un hombre cruza en verde, es atropellado, continua su vida en otra valija, en una valija distinta, que puede estar cerrada o puede estar abierta, es indistinto).

Alejandra lo recuerda cada tanto, aquellas charlas por telefono, o caminando hasta la parada del 113.

Los aviones son la única forma de viajar de una valija a otra (si es que ambas estan abiertas). Desde una torre de control, mientras come bizcochitos de grasa y toma mate, una viejo operario controla todas las valijas y sus dueños que caminan por el desierto dia y noche. Cada tanto se detienen y algunos de ellos abren las valijas para buscar un pañuelo y secarse la frente, o sacan una botellita de colonia y se humedecen el cuello y parte de la espalda. Estas pausas suceden cada vez con mayor frecuencia y son el resultado del envejecimiento de los dueños de las valijas (este proceso de envejecimiento de los dueños, dentro de las valijas, se conoce con el nombre de "tiempo"). Es durante esas pausas que el operario de la torre anota en un cuaderno cuales son las valijas abiertas, y da la orden a los aviones para que vuelen de una valija a otra. Muchas veces las valijas se cierran antes de que los aviones lleguen a destino y estos quedan volando por el desierto, hasta que la nafta se acaba y se estrellan contra la arena caliente. Asi se explican los grandes cambios de la historia: La revolución Bolchevique, el Renacimiento, el descubrimiento de America, alguien que encuentra al "amor de su vida", etc, etc, etc. Todos son simples abrir y cerrar de valijas, aviones que despegan y no llegan a destino. El resto es lo de siempre. La vida es adentro de las valijas, de las valijas que viajan en la mano de alguien que camina errante por el desierto, que frena cada tanto a buscar un pañuelo o a ponerse colonia, que se queja de que le duelen las rodillas o el codo del brazo con el que carga la valija. Lo de siempre Alejandra: Despertarse, caminar hasta el colectivo, ir a trabajar, comer, bañarse, tomar un café con un amigo, leer un libro de Horacio Quiroga, tocar el piano y esperar a morir algún dia, adentro de alguna de todas las valijas, indistintamente de cual sea.

No hay comentarios: